El vals del millonario




El Vals del millonario 
Una muestra de Los morocha Enfierrada 
Texto de Rocco Carbone
Dibujos de León Quinteros Severina
Producido para Chiquita, de Julián Sorter.




1 de mayo: día del/a hambreado/a


Una parrilla rodante que pasea un asado de utilería –¿qué es eso sino lo que queda y que nos deja como resto la política argentina de estos días y desde un año y medio a esta parte?–, hechos por chorizos de papel y de cartapesta, sin humo ni olores nos dice lo que no hay. Lo que nos falta. Lo que ya no tenemos. Ese artefacto es empujado por una viuda que llora una pérdida –encarnada por una retracción, cuando no por una negación de derechos. ¿O llora otra cosa? Y sí: el borramiento del goce que el pueblo pudo vislumbrar en una Argentina y una América Latina en camino hacia un proceso de emancipación por cierto posible. Entonces, ese duelo de la viuda no tiene características personales sino que es del orden de lo colectivo. La performance es una procesión. Religiosa: no. Se trata más bien un cortejo fúnebre. Allí nadie baila. Y no: se trata de la representación de una defunción. ¿De quién? Del pueblo argentino acaso. ¿A mano de quién? De un contexto CEOliberal. Y en una fecha clave para el conjunto de lxs trabajadorxs: el 1 de mayo.


Rocco Carbone





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